Rusia atacó la región de la capital de Ucrania por cuarto día consecutivo
La provincia ucraniana donde se ubica la ciudad capital de Kiev fue atacada este jueves con drones “suicidas” que dañaron infraestructura “crítica”, en el cuarto día consecutivo de fuertes bombardeos rusos, informaron autoridades.
En el este del país, milicias separatistas ucranianas que pelean junto al Ejército ruso anunciaron la toma de dos localidades a las puertas de una ciudad industrial que Moscú y los separatistas intentan tomar desde agosto, en sus primeros avances en semanas.
El gobernador de la provincia de Kiev, Oleksiy Kuleba, dijo que los drones suicidas de fabricación iraní usados por Rusia impactaron en zonas aledañas a la ciudad capital, donde las sirenas antiaéreas volvieron a sonar como todos los días desde el lunes pasado.
No quedó claro si esos ataques dejaron víctimas, pero la Presidencia ucraniana dijo que 13 personas murieron y 37 resultaron heridas en ataques rusos en todo el país en las últimas 24 horas.
El jefe adjunto de la Oficina del Presidente de Ucrania, Kirilo Timoshenko, dijo en Telegram que los bombardeos en cercanías de Kiev habían alcanzado “instalaciones de infraestructura crítica”, pero no dio más detalles.
En la sureña ciudad ucraniana de Mikolaiv, bombardeos nocturnos rusos destruyeron un edificio de cinco pisos, en medio de nuevos combates en el frente sur.
El gobernador de la provincia de Mikolaiv, Vitali Kim, dijo que un chico de 11 años estuvo seis horas bajo escombros antes de ser sacado por rescatistas, que seguían buscando a otras siete personas.
Kim dijo que el edificio fue alcanzado por un misil S-300, que están diseñados más bien para lanzar contra aviones, informó la agencia de noticias ucraniana Ukfrinform.
Los ataques nocturnos o de madrugada ocurren casi cada día en el sur de Ucrania, donde el Ejército ucraniano ha recuperado algo de terreno en zonas que están mayormente ocupadas por el Ejército ruso y que Rusia se ha anexado.
Los ataques en Kiev, en cambio, se habían vuelto infrecuentes hasta que la ciudad capital fue una de las tantas bombardeadas esta semana por Rusia en represalia por un ataque que dañó severamente un gran puente ruso vital para su ofensiva en Ucrania.
Al menos 19 personas murieron y más de 100 fueron heridas solo el lunes, horas después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, atribuyera a Ucrania la explosión que dañó el puente que une Rusia con Crimea, la península ucraniana que Moscú se anexó en 2014.
Las potencias occidentales que ayudan a Ucrania a resistir la invasión rusa prometieron esta semana enviarle más armas, incluyendo defensas antiaéreas que según Kiev son vitales para protegerse de los bombardeos.
Ucrania recibió este miércoles un nuevo sistema de defensa antiaéreo Iris-T entregado por Alemania, y el Reino Unido dijo hoy que le suministrará misiles para los sistemas de defensa antiaéreos Nasam que Estados Unidos planea enviarle en semanas venideras.
El ministro de Defensa británico, Ben Wallace, dijo que el Reino Unido también enviará a Ucrania cientos de drones y apoyo logístico adicionales, así como otros 18 obuses howitzer.
“Estas armas ayudarán a Ucrania a defender sus cielos y a reforzar sus defensas misilísticas junto a los Nasam de Estados Unidos”, dijo Wallace.
En el frente este, en tanto, milicias separatistas ucranianas anunciaron la captura de dos localidades de la provincia de Donetsk a las puertas de la ciudad industrial de Bajmut, que los separatistas y el Ejército ruso tratan de conquistar desde agosto.
Según el canal de Telegram de los combatientes separatistas de Donetsk, sus fuerzas tomaron el control de los pueblos de Opytne e Ivangrad, situadas justo al sur de Bajmut, en sus primeros en el frente en varias semanas.
Más temprano, el Ejército ucraniano aseguró que había repelido ataques rusos en Ivangrad, Bajmut y otras localidades más al sur de este frente.
Los combates han aumentado de intensidad en las últimas dos semanas en esta ciudad que tenía 70.000 habitantes ante de la guerra, conocida por su vino y su mina de sal.
La urbe está prácticamente desierta y en ella resuenan repetidamente intercambios de disparos de artillería y armas de fuego.
Donetsk es una de las cuatro provincias contiguas del este y sur de Ucrania que Rusia se anexó este mes, y con las que ha logrado crear un corredor terrestre interrumpido desde su territorio hasta Crimea.
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